El Camino Portugués es el segundo más transitado, tanto en su trazado interior como en su variante costera. Aunque en su extensión máxima arranca en Lisboa, pocas personas inician su recorrido antes de Oporto, la gran ciudad del norte de Portugal, ya que los tramos entre estas dos ciudades portuguesas tienen menos servicios orientados al caminante. Oporto es también el origen del llamado Caminho da Costa: la variante litoral.
Siguiendo un recorrido sur-norte, ambos trazados permiten disfrutar de algunas de las localidades más interesantes tanto de Portugal como de Galicia. El trazado interior entra en Galicia por la ciudad fronteriza de Tui, mientras que el Camino por la costa lo hace por la villa de A Guarda. Desde estos puntos, este Camino discurre por la zona más poblada de Galicia, las Rías Baixas, lo que significa que cruza varios pueblos y ciudades históricas, como Pontevedra, Caldas de Reis o Padrón, siguiendo además el trazado histórico de la vía romana XIX.
Esta ruta también dispone de una importante red de servicios, como albergues y otro tipo de alojamientos, opciones gastronómicas, servicios de avituallamiento, etc. Sin embargo, a algunas personas las desanima el hecho de que varios de sus tramos discurren por carreteras. Es verdad que no tienen mucho tráfico, pero no es lo mismo caminar por asfalto que por caminos.
Aún así, el Camino Portugués tiene atractivos que compensan las molestias. Para empezar, es un trayecto más sencillo que el Camino Francés. Y, además, ¡no todo es asfalto! Ni mucho menos. Bosques, pequeñas aldeas, pazos y fortalezas o panorámicas sobre las largas playas portuguesas y las recortadas rías gallegas son algunas de las cosas que te puedes encontrar en esta ruta. Y eso por no hablar de unos vinos espectaculares y una gastronomía marinera deliciosa. Vale la pena, sin duda.
Como se trata de dos rutas diferentes en la mayor parte del recorrido, hay una doble respuesta a esta pregunta.
Si optamos por el Camino Portugués por el interior, el punto de salida más habitual para peregrinos a pie es la ciudad fronteriza de Tui (115 km). Pero, por supuesto, la tentación de caminar por dos países es grande, así que muchas personas lo inician en Oporto (224 km), que es también el punto de partida más habitual para los caminos en bicicleta. O en Ponte de Lima (145 km).
Si optamos por el Camino Portugués por la costa, el punto de partida más solicitado es la villa marinera de A Guarda (153 km), en la frontera gallego-portuguesa, o bien Baiona (122 km) o Vigo (100 km), en función de los días disponibles. Si disponen de más tiempo, comenzar en Oporto (267 km) es una opción perfecta.
En sus más de 600 km de longitud, el Camino Portugués cuenta con innumerables puntos de interés. Aqui van algunos de los más destacados:
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