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Si has comenzado a hacer el Camino o prepararlo seguro que te has encontrado con estas palabras: “Ultreia” y “Suseia”. O tal vez escritas como “Ultreya” y “Suseya”. Incluso es posible que hayas reservado algún alojamiento que tenga este nombre. Pero, ¿qué significa esta expresión peregrina?
Esta expresión latina, usada desde la Edad Media por los peregrinos que realizaban el Camino de Santiago, ha sido quizás la más popular de todo el “vocabulario peregrino”. Hoy, sin embargo, ha sido sustituida en gran parte por otra fórmula que escucharás con más frecuencia: ¡Buen Camino!
Ultreia
Esta expresión de ánimo tiene su origen en el Códice Calixtino y era dicha por los peregrinos que se encaminaban hacia Santiago de Compostela. Este manuscrito iluminado de mediados del siglo XII contiene sermones, himnos, milagros, relatos de la traslación del Apóstol, textos litúrgicos, piezas musicales y una guía para los peregrinos (Libro V) que quisieran realizar el Camino Francés. Es el primer libro de viajes que conservamos en el que se describe a sus gentes, lugares donde alojarse, fuentes, etc.
Esta palabra de origen latino está compuesta de ultra – más allá – y eia – interacción usada para indicar el movimiento –. Por lo tanto, es un término de ánimo utilizado para estimular a quien caminaba hacia la tumba del apóstol Santiago, y llevaba cientos de kilómetros a sus espaldas. Una incitación a continuar hasta el final. Por lo tanto, la traducción sería: “¡Ve más lejos, date prisa, muévete más lejos!”, o “¡Vamos, sigue hasta el final, tú puedes!”
La forma original de esta expresión es Ultreia aunque estamos seguros que también habrás visto escrito Ultreya y menos habitualmente Ultrella, atendiendo a los sistemas normalizados de la lengua española. La aparición de este término se realiza en el apartado musical del apéndice II en la Canción de los peregrinos flamencos (“Dum pater families”). Y dice así:
¡Oh Señor Santiago!
¡Buen Señor Santiago!
¡E ultreia! ¡E suseia!
¡Protégenos, Dios!
Además de en esta canción también se encuentra en el Libro de las Liturgias en el que se recoge la misa del papa Calixto el día de la celebración del apóstol Santiago, el 25 de julio, y dice así:
Su sepulcro
visitando los enfermos con la salud se encuentran.
Todos los pueblos, lenguas, tribus acuden a él clamando: suseia, ultreia.
Finalmente volvemos a tener una referencia en el himno al Rey Supremo:
Por eso al Rey de los reyes
loas debemos decir
para merecer felices
por siempre con Él vivir.
Hágase, amén, aleluya,
-digamos, pues, a la par-,
E ultreia e suseia,
cantaremos sin cesar.
Suseia
Esta era la contestación utilizada por los peregrinos. De tal modo, que entre los ellos se establecía una conversación automática al cruzarse por alguno de los distintos Caminos que conducen a Santiago.
¿origen etimológico?. Este término latino significa literalmente “más alto, arriba”. Algunos expertos indican que esa respuesta contenía connotaciones de volver a verse en la catedral de Santiago o, de no ser posible, encontrar más arriba, en el cielo. Incluso hay hipótesis que dicen que era un sinónimo peregrino para decir Aleluya.
Buen Camino
Sin embargo, hoy en día, hemos sustituido este tradicional saludo, totalmente en desuso, y lo hemos sustituido por el “¡Buen Camino!”. Aunque actualmente la expresión se usa en las dos direcciones, es decir, tanto el que lo dice como el que responde, todavía conserva ese espíritu de ánimo propio de la expresión de antaño. Quizás esto tenga que ver con que ha perdido parte del carácter religioso que la expresión medieval contenía ya que hoy son muchos los peregrinos que realizan el Camino con motivos distintos a la espiritualidad.
En cualquier caso, en honor a la tradición, si viajas con nosotros dentro de tu credencial te encontrarás un papel secante para evitar que la tinta de los sellos manche las páginas opuestas con esta expresión que ahora conoces.