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Existen múltiples referencias que apuntan que el Juego de la Oca fue creado por la Orden de los Caballeros del Temple: un entretenimiento que mostraría un mapa del Camino de Santiago de forma simbólica a través de sus 63 casillas. ¿Te atreves a explorarlo con nosotros?
El origen
Aunque el origen del Juego de la Oca es incierto, hay muchas teorías al respecto. La primera apunta a que podría ser una creación griega durante el asedio de Troya, basándose en los discos de Phaistos de en torno al año 2.000 a.C.
Otra teoría, quizás la más famosa, es que este juego fue creado en la Florencia renacentista y llegó a España como regalo de Francisco de Medici a Felipe II.
Finalmente, la que hoy queremos contarte, es la que vincula este juego al Camino de Santiago. Según esta, fue la Orden del Temple la que inventó este juego. Los caballeros de esta orden eran los encargados de proteger a los peregrinos, los romeros y los palmeros que peregrinaban a las principales ciudades santas: Compostela, Roma y Jerusalén.
La Oca: ¿un mapa del Camino de Santiago?
La teoría templaria explica que el Juego de la Oca sería un mapa del Camino de Santiago representado simbólicamente. Más concretamente, un mapa del Camino Francés: el más popular y concurrido durante la Edad Media.
La elección de la oca como animal conductor del juego tampoco es casual. Para los templarios, este animal simbolizaba la sabiduría y está presente en algunas construcciones del Camino de Santiago que muestran su legado. Por ejemplo, en las inscripciones con patas de oca o la cruz en forma de Y de Santa María de los Huertos de Puente la Reina.
Y no sólo la vemos en monumentos. Existe también una toponimia relacionada con las ocas a lo largo de todo el Camino de Santiago. Ahí están Villafranca de Montes de Oca, Puerto de Oca, El Ganso, etc.
Hablando ya del tablero, muchos estudiosos notan la correspondencia entre casillas y etapas del Camino. De la 1 a la 31, las etapas de ida a Santiago de Compostela. De la 32 a la 63, las etapas de regreso. Es verdad que hoy son muy pocos los peregrinos que hacen el camino de vuelta a pie, porque disponemos de otros medios. Pero en otras épocas no había otro modo, y volver a casa era parte de la peregrinación.
Además, originalmente cada casilla contaba con un símbolo. Su significado no ha llegado a nuestros días, pero un ojo atento verá que muchos de esos símbolos se encuentran representados en diferentes construcciones medievales a modo de marcas de cantería. Es decir, como firma identificativa de los talleres de canteros que se realizaban sobre la propia piedra, para cobrar cada pieza realizada. Muchas de estas marcas se pueden observar en la propia Catedral de Santiago de Compostela y en muchos otros edificios de la época.
Por último, el objetivo del juego es alcanzar el número exacto para entrar en el jardín de la Oca, que no está numerado. Y no es casual. Se trata de la gran Oca, que guarda la sabiduría secreta, iluminada y no escrita características de las tradiciones iniciáticas. Es el final del Camino de un iniciado, hacia el nacimiento de una persona más devota y fiel.
Siguiendo el mapa encriptado del Camino de Santiago
Pese a que no podemos identificar todos los símbolos y su significado, sí podemos hacerlo con muchas de las ilustraciones que conforman el tablero. Por ejemplo, el primer puente hace referencia a la población de Puente de la Reina. Y el segundo, al de Hospital de Órbigo. La posada sin duda apunta a las hospederías propias del camino. Y la cárcel probablemente hacía referencia al actual Parador de San Marcos, en León, que además de hospital de peregrinos era un presidio conocido a lo largo y ancho de toda la ruta.
Pero es que en el tablero no sólo encontramos representaciones de lugares reales. También hay referencias espirituales y espacios simbólicos muy vinculados con la tradición medieval. Es el caso del pozo, que hace referencia a la perdición. Aún más: aquel que cae en el pozo — en el pecado — necesita el perdón, por eso tendrá que ser rescatado para continuar avanzando.
Es el caso también del laberinto, que se vincula con las posibles pérdidas tanto físicas como espirituales de aquellos que se encuentran caminando sin señalizaciones. Solía ser representado como la Torre de Babel: la confusión de los idiomas y las ideas.
Incluso existe una casilla con una calavera que nos devuelve al inicio del juego, pero que puede leerse como referencia a la dureza del Camino en épocas anteriores a la nuestra, donde no todo el mundo conseguía llegar a la meta y regresar a casa.
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En cualquier caso, las distintas interpretaciones sobre la vinculación del juego de la Oca con el Camino de Santiago coinciden en que se pueden ver tres tramos bien definidos. De Nájera a Santo Domingo de la Calzada. Del Burgo Ranero a Mansilla de las Mulas por la vía Trajana. Y de O Cebreiro a Sarria.
La popularidad del juego lo ha llevado incluso a algunas plazas. En Logroño, la plaza de Santiago se ha convertido en un tablero gigante, donde los dados que forman los bancos simbolizan el azar del Camino y donde las baldosas representan las casillas con referencias a algunas poblaciones camineras como Jaca, Puente la Reina o Santo Domingo de la calzada.
Así que, ahora, cuando juegues, podrás ver otros significados en este juego que es mucho más que avanzar fichas por las casillas.