Índice
Lo que hoy es una tranquila villa fronteriza de poco más de 6.000 habitantes colgada sobre el río Miño, fue, en tiempos, una de las siete capitales del Reino de Galicia. De aquella época conserva algunos de los elementos más interesantes que descubrir en su casco urbano.
Y, además, es parada obligatoria para peregrinos y caminantes que recorren el Camino de Santiago Portugués, que avanza de sur a norte en dirección a Santiago de Compostela, y que cruza la frontera gallego-portuguesa precisamente por este punto.
La historia de Tui se remonta a épocas prehistóricas. En el municipio hay diversos restos arqueológicos y vestigios de la cultura celta que se desarrolló en el noroeste de la Península Ibérica antes de la llegada de los romanos. Roma tendría aquí una presencia destacada, del mismo modo que los suevos, y la zona quedaría más tarde bajo influencia visigoda y musulmana. Tui tuvo incluso una judería, y fue atacada por vikingos, portugueses y franceses en diferentes ocasiones. Este es el sustrato sobre el que se abren sus calles y se levantan sus edificios históricos. Y ahora vamos a hablar un poco más de ellos.
Qué ver y hacer en Tui
1. La Catedral de Santa María
El punto que más visitantes atrae al centro histórico de Tui es, sin duda, la espectacular catedral-fortaleza de Santa María. Esta basílica se levanta sobre una colina estratégica para el control del último tramo del río Miño que hace de frontera natural entre Galicia y Portugal desde que éste se segregó del reino de Galicia a partir de 1139. Anteriormente, el condado portucalense era parte de Galicia. De hecho, los dominios del obispado de Tui se extendieron a ambos lados de la frontera aún muchos años después de la separación de este condado y el nacimiento de Portugal como reino.
El primer templo que se levantó en este lugar fue una basílica sueva. Pero en 1120 comenzaron las obras para dotar a Tui de una catedral en estilo románico, a la que se fueron añadiendo nuevos elementos con nuevos lenguajes arquitectónicos. La fachada principal, datada en 1225, está considerada el primer conjunto escultórico gótico de la Península Ibérica. La catedral de Tui también tiene el mayor claustro medieval de Galicia y el único que se conserva en estilo gótico, y unos órganos cuya caja, obra de Domingo Rodríguez Pazos, tiene más de tres siglos de antigüedad.
La leyenda dice que hay un túnel excavado bajo el claustro para que el obispo saliese de la ciudad en caso de asedio. La versión más conservadora cuenta que llega a un embarcadero en el río Miño. La más osada, que atraviesa también la frontera bajo el lecho del río y comunica con el convento de Ganfei en la vecina Valença do Minho.
Un dato curioso del claustro: en la esquina oriental del claustro podrás ver una menorá o candelabro de siete brazos grabada en la piedra. Esta marca sirve como referencia para explicar la colaboración de la comunidad judaica en la construcción del gran edificio catedralicio.
Y un consejo rápido: en la plaza que se abre ante la fachada principal de la catedral se encuentra la oficina de turismo de Tui. Es un lugar fantástico para hacerte con un mapa de la villa y varios folletos explicativos.
2. La muralla medieval
Como todas las ciudades medievales, Tui poseía también su propia muralla. Las murallas tenían función defensiva, pero también servían para ordenar la entrada y la salida de mercancías y cobrar los tributos correspondientes. En la actualidad, queda poco de esta muralla medieval, pero pueden verse algunos restos.
En el cruce de la Rúa Ordoñez y la Rúa Porta da Pía se encontraba precisamente la Porta da Pía, el más importante de los accesos medievales a la ciudad. Su nombre hacer referencia a la pila (en gallego, pía) de baño ritual que se encontraba al lado de la sinagoga. La sinagoga, de la que no queda nada, se encontraba donde hoy se levanta un edificio de tres alturas con hermosos balcones. Aquí también puedes ver parte de la muralla medieval.
Otra de las puertas de la ciudad, que conserva, además, su arco, es la Porta da Torre, que daba acceso al barrio de A Oliveira. Esta puerta se abre bajo la llamada Torre Vella (Torre Vieja), que mandó construir la reina Dona Teresa de Portugal en 1125 como parte del sistema defensivo altomedieval de la ciudad. En su interior estaba la cárcel eclesiástica, y hoy forma parte del convento de las Clarisas, del que hablamos a continuación.
En los siglos XVII y XVIII, con ocasión de las guerras con hispano-portuguesas, se edificó un nuevo sistema amurallado, más amplio, cuyos principales restos se pueden contemplar hoy desde el paseo fluvial.
3. El convento de las Clarisas
El otro gran edificio religioso de Tui es el convento de las Clarisas, que vino a sustituir a los palacios episcopales que se levantaban en el barrio de A Oliveira. Sabemos que, en su origen (1508), estas monjas pertenecían a la Tercera Orden de San Francisco, y que no pasaron a la observancia de la regla de Santa Clara hasta el siglo XX.
Hoy a estas monjas de clausura se las conoce popularmente como «las encerradas» y realizan dulces por encargo. Así que una de las actividades más sabrosas que se pueden realizar en Tui es acudir al portal del Convento, acercarse a la ventanilla y pedir una caja de peces de almendra cuando oigamos un «ave María» como saludo. Los pececitos de almendra (en gallego, peixiños de améndoa) son la receta más popular de este convento. Eso sí, no verás a la monja que te los entrega. Todo el intercambio se hace a través de un torno para evitar el contacto visual.
4. La capilla de San Telmo
Otra de las maravillas arquitectónicas de Tui es la capilla de San Telmo. Edificada hacia 1770 sobre la casa en que vivió el propio santo en el siglo XIII, constituye el único ejemplo de estilo barroco portugués en Galicia. Y, sin duda, es el ejemplo que más llamará la atención al visitante por sus originales formas. San Telmo, por cierto, es el patrón de Tui y de toda la diócesis de Vigo-Tui.
Aunque no siempre encontrarás esta capilla abierta, si puedes, no dejes de echar un vistazo a su interior para ver su cúpula, sus frescos del siglo XIX y el retablo mayor. Además, tiene interesantes exvotos marineros que apuntan a la devoción de los gremios de mareantes o marineros.
5. La ruta judía por Tui
La historia de la ciudad de Tui es también la historia de su judería, una de las más importantes del Reino de Galicia. La comunidad judía se estableció aquí a lo largo de los siglos XI y XII, inicialmente en la parte alta y más tarde en el resto de barrios.
Con el edicto de expulsión firmado por los Reyes Católicos y la conversión forzosa de muchos judíos a partir de 1492 dio lugar a varios episodios de persecución que acabaron con la comunidad judía de Tui.
Sin embargo, el casco histórico de la villa muestra aún hoy varios elementos arquitectónicos y decorativos vinculados a esta comunidad, así como vestigios de usos como la carnicería, la sinagoga o el cementerio judío.
Hoy Tui cuenta con una ruta judía para recorrer los puntos más interesantes del centro histórico. Puedes encontrar el mapa con sus puntos guiados en la oficina de turismo de la Praza de San Fernando, frente a la puerta principal de la catedral.
6. Piérdete más allá del casco histórico
Tui es una villa de escala humana. Esto hacer que recorrerla sea muy fácil y no necesites mucho tiempo, incluso a pesar del desnivel. Por eso, además de perderte por el casco histórico siguiendo la ruta judía, también puedes hacerlo por fuera descubriendo algunos otros puntos de interés, como el convento de Santo Domingo, la alameda y su fantástico mirador sobre el río Miño, o el paseo fluvial.
Qué ver y hacer desde Tui
Además de mostrarte qué ver y hacer en Tui, si dispones de más tiempo, en las proximidades de esta ciudad puedes encontrar varios puntos de gran interés. Aquí van 3 destinos que no te dejarán indiferente.
7. Monte Aloia
Al norte de Tui se encuentra uno de los parques naturales más espectaculares de Galicia. El Monte Aloia fue, de hecho, el primer parque natural declarado en Galicia.
Además de su riqueza natural y sus rutas de senderismo, ofrece también espectaculares vistas al Baixo Miño y al Val Miñor y permite incluso ver las islas Cíes.
Sus áreas recreativas hacen que muchas familias de la zona pasen días de descanso en este punto.
8. Santa Tegra
Otro monte que merece la pena visitar y no está lejos de Tui es el monte Santa Tegra, en la vecina localidad de A Guarda — por donde pasa la variante del Camino Portugués por la costa. Este monte tiene, en su cima, a 341 msnm, un inmenso castro celta del siglo I a.C. que llegó a albergar 5.000 personas. Aunque para muchas personas puede parecer un poblado caótico, lo cierto es que existe un orden lógico en base a «unidades familiares».
Además, las vistas desde la cima son para nota: a un lado el poderoso e interminable Atlántico y la villa marinera de A Guarda; por el otro, la desembocadura del Miño y Portugal.
9. Valença do Minho
Y hablando de Portugal: desde Tui, nada más fácil que salir de la villa por el puente internacional y cruzar la frontera hacia Valença do Minho. El recorrido se puede hacer a pie perfectamente — de hecho, forma parte del recorrido el Camino de Santiago Portugués.
Valença do Minho ofrece una fantástica fortaleza cuyos orígenes se remontan al siglo XII-XIII, pero que fue enteramente reformada en el siglo XVII durante la Guerra de la Restauración entre el reino de Portugal y la corona de Castilla.
En la actualidad, esta praça-forte está llena de vida y exhibe multitud de pequeños comercios y lojas que vale la pena conocer.