Distancia: 38 km
Dificultad: ●●○○○
Alojamiento: Póvoa de Varzim

La primera etapa de tu aventura en esta variante costera del Camino Portugués. Es, con diferencia, la más corta de las que te proponemos, porque siempre es bueno comenzar poco a poco. Y porque te servirá para adaptarte a tu bicicleta — algo que no siempre se tiene en cuenta y que es fundamental, salvo que estés muy acostumbrado a pedalear.

La jornada comienza saliendo de la ciudad de Oporto, que te recomendamos haber visitado el día anterior. La primera parte del trazado es, obviamente, urbana. Toca avanzar entre tráfico intenso del área metropolitana, que irá dejando paso al paisaje abierto a medida que avanzamos. Toca tomar la senda paralela al río Duero — Douro en portugués — hasta Matosinhos y, ahí, girar ya hacia el norte, que se convertirá en nuestra referencia permanente durante este viaje.

Si has optado por esta ruta costera, en lugar de la ruta del interior que va hacia Tui y de ahí a Santiago, la zona urbana irá dejando paso a las vistas del imponente Océano Atlántico, del que no te separarás en ningún momento hasta la última jornada. Labruge o Vila do Conde serán dos de las poblaciones que atravesarás en esta etapa inicial, que termina en Póvoa de Varzim.

Alojamiento estándar: Hotel Costa Verde o similar
Alojamiento con encanto: Grande Hotel da Póvoa o similar

Distancia: 46 km
Dificultad: ●○○○○
Alojamiento: Viana do Castelo

La segunda jornada de este Camino Portugués por la costa en bicicleta discurre con la tónica del día anterior: kilómetros y más kilómetros de recorrido casi rectilíneo en paralelo al inmenso Atlántico. Sin duda, uno de los trazados más espectaculares del Camino de Santiago. No es por casualidad que en los últimos años haya ganado adeptos. Entre Póvoa de Varzim y Esposende, playas, sargazo, embarcaciones tradicionales y viejos molinos de viento reacondicionados para acoger visitantes en las temporadas de verano.

La segunda parte de la jornada te llevará a Viana do Castelo, con algunos puntos donde la senda litoral se va despegando del mar progresivamente al encuentro del río Neiva y, más adelante, del río Lima, a cuyo pie se levanta la ciudad de Viana do Castelo, que posee uno de los centros históricos más bellos y mejor conservados de Portugal.

Alojamiento estándar: Hotel Margarida da Praça o similar
Alojamiento con encanto: Flag Design Hotel o similar

Distancia: 61 km
Dificultad: ●●○○○
Alojamiento: Baiona

La tercera etapa de este camino costero discurre a medias entre Portugal y Galicia, saltando por encima del río Miño que hace de frontera entre las villas vecinas de Caminha y A Guarda. Con el mar siempre a nuestra izquierda, por sendas litorales, pistas asfaltadas y caminos de tierra, el bicigrino cruza aquí de río a río, del Lima al Miño. Desde Caminha, última población portuguesa, se toma el ferry (8 € / persona + bicicleta) para cruzar una de las fronteras más antiguas del mundo, entrando por fin en Galicia.

Queda, a partir de ahí, recorrer la sección más al sur de la costa gallega, entre el Oceáno y los acantilados. A poca distancia encontrarás Oia y su viejo monasterio colgado sobre el mar, donde vivían los llamados “monjes cañoneros” que defendían las costas a cañonazos contra las incursiones de piratas. Más adelante, continúan los acantilados en dirección al bonito faro de Cabo Silleiro, ligeramente elevado sobre la costa y donde siempre te recomendaremos hacer un alto.

Desde allí, te separa una corta distancia del final de etapa: Baiona, la antigua Erizana a donde llegaron las primeras noticias del descubrimiento de América. Podrás ver una reconstrucción de la carabela La Pinta, y también visitar el castillo de Monterreal, hoy convertido en Parador de Turismo, o simplemente pasear por sus calles medievales.

Alojamiento estándar: Hotel Anunciada o similar
Alojamiento con encanto: Casa do Marqués o similar

Distancia: 60 km
Dificultad: ●●○○○
Alojamiento: Santiago de Compostela

Sesenta kilómetros separan el pueblo de Baiona de la ciudad de Pontevedra. Un tramo más complejo en términos técnicos que los de días anteriores y con el desafío de atravesar Vigo, la mayor ciudad de Galicia y donde la señalización puede volverse un tanto confusa.

A medida que seja atrás Baiona el océano abierto y de costa rectilínea da paso al litoral entrecortado y complejo de las Rías Baixas gallegas: te adentras en la ría de Vigo, famosa por sus pecios llenos de oro procedente de América y por el puente de Rande, que en el momento de su construcción era el mayor puente colgante del mundo. Esta ría, recortada al fondo por las famosas islas Cíes, también sirvió a Jules Verne de ambientación para una de las aventuras del Nautilus.

Tras dejar atrás Vigo por el barrio de Teis, con el faro de A Guía mirándote desde lo alto, llegarás a Redondela, la llamada ciudad de los viaductos. Impresionan los puentes de hierro que atraviesan el pueblo volando sobre las casas para permitir el paso del ferrocarril. Además, allí se une esta ruta costera con la variante interior del Camino Portugués, así que tendrás muchas experiencias que oír y contar a otros peregrinos.

Tras abandonar Redondela, un nuevo esfuerzo te llevará al alto de O Viso, que te ofrecerá una de las mejores vistas sobre la famosa ría. Desde allí llegarás rápidamente a Arcade, famoso también por sus ostras, que te recomendamos degustar. En breve, alcanzarás el final de etapa: la hermosa ciudad de Pontevedra, de la que dicen que es boa vila (buena villa), y cuyo santuario de la Peregrina se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad y del propio Camino Portugués.

Alojamiento estándar: Hotel Avenida o similar
Alojamiento con encanto: Hotel Boa Vila o similar

Distancia: 64 km
Dificultad: ●●○○○
Alojamiento: Santiago de Compostela

Última etapa de este Camino Portugués por la costa en bicicleta. No tengas prisa por terminarla: el Camino es dar tiempo al tiempo y detenerse donde lo pida el ánimo. Comenzarás la jornada dejando atrás Pontevedra por el puente del Burgo, allí donde el río Lérez se transforma en la ría de Pontevedra. Esta etapa es para los amantes de la naturaleza: maravillosos paisajes salpicados de viñedos y de las aldeas características de las Rías Baixas — nombre asociado hoy de manera indisoluble a los vinos de la zona, en especial al Albariño.

Tras 20 km llegarás a Caldas de Reis, una de las villas de mayor tradición termal de Galicia, y otra veintena te pondrán en Padrón, a orillas del río Ulla, que desagua en la inmensa ría de Arousa. Por aquí, según la tradición cristiana, entró la barca de piedra que traía los restos del apóstol Santiago a reposar en Galicia. Vale la pena dar un paseo por su centro histórico y su espigón hasta la iglesia de Santiago, donde se custodia el pedrón: la piedra en la que, según esa misma tradición, quedó amarrada la barca cuando los discípulos y los restos de Santiago continuaron su camino a pie.

Desde Padrón, el Camino te llevará por Iria Flavia, donde se encontraba el obispado de Teodomiro en el momento del descubrimiento del sepulcro del apóstol, y por O Milladoiro, hoy una ciudad dormitorio de Santiago cuyo nombre procede del latín humiliatorium — una clara referencia a la peregrinación y al hecho de que desde su alto era posible ver, al fin, las torres de la Catedral de Santiago.

Sólo cinco quilómetros más y entrarás en la ciudad desde el sur, por la Porta Faxeira de la antigua muralla y la rúa do Franco, nombre relacionado con los peregrinos, a los que se les llamaba indistintamente francos, aunque procediesen de Portugal o del sur de Galicia. ¡Felicidades, peregrino! Has alcanzado tu meta. El viaje continúa.

Alojamiento estándar: Hospedería San Martín Pinario o similar
Alojamiento con encanto: Hotel Costa Vella o similar

Has completado tu Camino Portugués en bicicleta y tras un descanso merecido, dispones al fin de tiempo para visitar la ciudad a la que has llegado pedaleando a lo largo de más de doscientos kilómetros. Su casco histórico, su universidad, su mercado y sus innumerables parques, sus alrededores…

Y, si tienes tiempo, el Fin del Mundo te aguarda. Nosotros te lo acercamos en una excursión de día completo a Muxía, Fisterra y la Costa da Morte para completar una fantástica semana.